Jamás pensé que volvería a escribir en este Blog. Hoy estoy en Estambul, Turquía, con la intención de aprender turco y debido a que tras el fallecimiento de María intenté huir, quizá de mi mismo, y acabé en esta ciudad. De esto hace 15 meses.
Me resultó muy compleja, extraña, exótica por una parte y muy cercana por otra. Una ciudad decadente en continua reconversión. Siempre me ha gustado ese entorno de frontera, donde se mezcla todo. Aquí confluyen muchas cosas, ideas, tendencias, culturas…
La cuestión es que estamos en plena crisis del virus Covid-19, un coronavirus primo de la gripe, que está haciendo estragos por todo el mundo y no a poder volver a casa en la fecha deseada. Pienso en mis hijos, y pienso también en María. Creo que pese a todo, sigo «enamorado» de ella.
Bromeaba en que no me importaría estar más tiempo en Estambul y vaya, parece que va a ser así…
Estaba invitado por una profesora a clases de turco en la Universidad de Bilgi, pero se han suspendido las clases por temor al contagio.
La vida es compleja.
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